S U S M A N J AReS

Pues muy, muy sencillos y naturales. Si sus cultivos son básicamente esos tres, maíz, café y frijol, esto es lo que comen. Tratan de ser lo más creativos posible, combinando todas las posibilidades con otros elementos.

Las tortillas de maíz están presentes en todas las comidas del día. Sin levadura, cocinadas como toda la comida en la cocina de leña, a fuego lento y después de escuchar las palmaditas de las mujeres para darlas forma.

hÉCTOR Y SU HERMANITA Nos muestran SU CASA Y CONcretamente la cocina

El desayuno al amanecer casi suele constar de café con mucho azúcar y sin leche. Frijoles y tortitas. Pueden añadir un queso salado o cuajada.
El almuerzo suele ser sobre las 11-12 del mediodía. Tortillas, arroces, frijoles en puré, aplastados en forma de crema, guineo (plátano) crudo o frito, mandarinas. Algo de pasta pueden poner de los paquetes como los nuestros que compran en la tienda. En ocasiones también pollo o gallina. Si que es habitual el caldo de gallina, con verduras y patatas. Jugo de alguna fruta para beber.

En la cena tortitas, café calientito que ya sopla el viento en lo alto y lo de siempre, quizás un poco de arroz, huevo cocido, papa cocida.

El café siempre caliente a cualquier hora del día en todos los hogares, con las ascuas del fuego o mediante el calor que desprende la chapa finita encima del fuego.
El cereal básico, el maíz lo presentan de muchas formas.

El tamal por ejemplo que es maíz cocido, se le hace pasta, y mezclado con otro elemento que puede ser frijol, verduras, pollo y así reciben otros nombres como chepes.

Sus formas de cocinar guardan ese cariño de la elaboración lenta, de decicación plena para que sea disfrutada por toda la familia y...vaya familias......preparar comida para 8 ó 9 personas es laborioso

Tardarán horas en perder el calor, no es necesario microondas. De hecho las mujeres las tapan además en sus trapitos para que mantengan el calor. Aquí está el resultado después de envolverlo en las hojas de caña

Antes de zamparlo una foto de agradecimiento por la hospitalidad

y con la cocinera por supuesto

Carmen, la maestra del poblado ya sabe lo que es sentir la hospitalidad de estas gentes tan sencillas, y de los buenos momentos en compañía a la luz de una vela, de la llama del fuego de al lado.

Esperan a que acabes de almorzar para después hacerlo ellos. Quieren dar primero.
Siempre tendrán preparada una taza de café para que pases un rato con ellos. Quizás al principio solo estén en silencio, no quieren molestar, después preguntarán algo y la diferencia cultural provocará multitud de sonrisas.

Sí que encontré, y se me hizo raro, viviendas donde hacen sus propios panes con harina de trigo que compran en la pulpería de la Finca, y lo cuecen en este tipo de hornos de barro que tienen todas las viviendas.

La cocina es habitual que esté dentro de la vivienda y no siempre tienen chimenea para sacar los humos hacia fuera. El horno si lo tienen fuera, cubierto sobre un porche o sotechado hecho de barro y piedras. Como el nuestro de pereduela

Hasta aquí un poco de información siempre para chuparse los dedos....porque está todo buenísimo y porque acá no hay servilletas....